Goya – El acontecimiento final – B1

Goya, el acontecimiento final
Goya fué enterrado en el cementerio bordelés de la Chartreuse.

En 1880 el cónsul de España en Burdeos encuentra la tumba de Goya en muy mal estado y se propone hacer todo lo possible para que los restos sean trasladados a España a un panteón digno de Goya.

No obtuvo permiso de abrir la tumba hasta 1888. Al destapar el féretro se encontraron los huesos de un cuerpo humano sin cabeza. La cabeza faltaba por completo y desde entonces comenzaron las interrogaciones y suposiciones para explicar qué habría podido suceder.

No se ha encontrado ningun traza de que el féretro hubiere sido abierto. Por eso todo induce a creer que a Goya lo enterraron después de haber sido decapitado por un médico o por algún aficionado de novedades y curiosidades segun el cónsul de España.

En ese época estaba en boga la frenología, la cual trataba de relacionar la observación del cerebro y del cráneo con la genialidad, la maldad o la locura, entre otras cosas.

Tal vez la cabeza de Goya había sido interesante para un médico o para un ladrón con el fin de venta. Hasta ahora no se sabe qué pasó y tampoco dónde está la cabeza de Goya.

El cónsul obtuvo por fin permiso para el traslado de los restos de Goya a Madrid en 1891. Pero solamente en 1899 se hizo el traslado definitivo por tren. Goya entraba de nuevo en suelo español tras 71 años en un cementerio bordelés.

El féretro fue llevado temporalmente a una cripta de la Colegiata de San Isidro donde permaneció un año. En 1900 una nueva tumba estaba lista en la Sacramental de San Isidro: ese mausoleo Goya tuvo que compartirlo con tres otras personas.

Fue una desconsideración enorme porque Goya se merecía un monumento funerario para él solo.

En 1919 se determina el traslado de Goya a la ermita de San Antonio de la Florida, cuya bóveda había pintado magistralmente. Allí reposa Goya en su última morada.

M.S. Laurent de Angulo, 2 de junio 2014